Valentín Palacio, el indígena de 38 años, que fue reportado como desaparecido por sus familiares, organizaciones locales e internacionales de derechos humanos tras los sucesos en Changuinola, reapareció para negar que estuviera en poder de la Policía Nacional.
Palacio, quien estuvo desaparecido desde el 8 de julio, declaró en la sede de la Policía Nacional, que tras una jornada de trabajo en un aserradero de la comunidad de Almirante, fue golpeado por dos sujetos de tez morena que le ordenaron 'que se perdiera', o si no lo matarían, luego le robaron su cédula y el dinero que llevaba en sus bolsillos.
Un boletín oficial indica que agentes de la Policía Nacional que realizaban una ronda de vigilancia dio con la captura de los dos agresores, y condujeron a Palacio a la estación de Policía de Almirante para iniciar el reporte de lo ocurrido.
Posteriormente, Valentín Palacio fue conducido a un centro de salud en Almirante para el tratamiento de las heridas que presentaba en su oreja izquierda, el costado izquierdo y el centro de su espalda, y en el codo del brazo izquierdo. Se alegó que el sujeto sufre de problemas de audición en el oído izquierdo, así como de dolores en su sistema urinario.
Valentín Palacio fue trasladado ayer a la ciudad de Panamá en el vuelo AN-255 del Servicio Nacional Aeronaval y llevado ante el despacho del Fiscal Auxiliar de la República, Ángel Calderón; a allí narró los detalles de la agresión y afirmó que nunca estuvo desaparecido ni fue detenido por la Policía Nacional.
HABEAS CORPUS ANTE LA CORTE
El viernes se había interpuesto un Habeas Corpus ante la Corte Suprema de Justicia en favor de Palacio y contra el director de la Policía, Gustavo Pérez y uno de los promotores del recurso advertía que el indígena podía convertirse en el primer decapitado de la dictadura civil panameña.