Al parecer, la violencia se ha apoderado de las familias panameñas, ya no solo de los padres, sino también de los hijos.
Y es que el caso de Caín y Abel estuvo a punto de repetirse, cuando dos hermanos adolescentes se dieron filo por una simple pelea.
El lamentable suceso se registró en horas de la mañana del pasado miércoles en el sector de San Cristóbal de Juan Díaz.
Según fuentes extraoficiales, los hermanos se encontraban en su residencia viendo televisión; de repente formaron una pelea común por el control remoto de la misma.
La hermana menor, quien sólo tiene 13 años, perdió la pelea, es decir, el hermano de 17 años quedó con el control remoto de la televisión.
La joven molesta por su pérdida se fue hasta la cocina, buscó un cuchillo y se lo enterró en el lado izquierdo de la espalda a su hermano.
El joven herido fue trasladado de urgencias a la Policlínica J.J. Vallarino, de donde luego fue transferido al Hospital Santo Tomás.
Mientras que la agresora fue detenida en el cuartel de Torremolinos. Hay que tener más paciencia.