NO LO BOTE
Cuando hagas café no tires los posos. Con ellos puedes limpiar las sartenes frotando con un trozo de papel.
COMODOS
Cuando los zapatos te queden justos, mételos en una bolsa de plástico y luego en el congelador durante un par de días. Sáquelos y estarán listos para ponerselos.
SARTENES NUEVAS
Cuando la suciedad de las sartenes no sale con el jabón y el estropajo, ponlas al fuego con una cucharadita de amoniaco y un poco de agua. Deja hervir 5 minutos y friégalas normalmente. Te quedarán muy bien y te evitarás el desagradable trabajo de frotar y frotar.
ROPAS AMARILLAS
Cuando la ropa está amarillenta por haberla planchado con la plancha demasiado caliente, mójala con un trapo humedecido en agua oxigenada, enjuaga la prenda y vuelve a plancharla. Procura que la temperatura sea la adecuada.
BOLSOS RELUCIENTE
Una cebolla cortada en dos resulta excelente para limpiar un bolso de cuero barnizado. Frótalo bien, para que te quede igual, y después pásale un trapo de lana seco. No te quedará ni una sola mancha.
RELUCIENTES
Para dejar los cristales de la cocina sin rastro de grasa, pásales primero un trapo mojado en una mezcla de agua y amoniaco, y luego límpialos con el limpiacristales que uses habitualmente.
MALOS OLORES
Si la comida ha dejado un fuerte olor en la cocina, puedes eliminarlo quemando hierbas aromáticas sobre una parrilla caliente. Prueba con laurel, tomillo, salvia o romero.