En esta oportunidad y con independencia de lo que finalmente se decida con relación a la Seguridad Social Panameña, voy a intentar brevemente comentar dos artículos recientemente publicados en la Revista Panamericana de Salud Pública o Pan American Journal of Public Health, los que están contenidos en el volumen 17, No. 3, de marzo de 2005 y que tratan sobre las Consecuencias de las Reformas Neoliberales del Sector Salud en las Américas.
Desde la década de los años setenta había conciencia de que los sistemas de salud latinoamericanos eran poco equitativos e ineficientes.
A partir de la Declaración de Alma Ata de 1978 en la que se adoptó la meta de Salud para Todos, los Ministerios de Salud de países de la región, empezaron a extender los servicios de salud a poblaciones marginadas y rurales.
El agotamiento del modelo neoliberal de reforma del sector salud es cada vez más evidente y en cuyo desarrollo se han encontrado las siguientes deficiencias:
las coberturas de vacunación permanecen en niveles de riesgo y son menores para la población postergada.
las tasas de utilización de los procesos de atención directa son inversamente proporcionales, al ingreso per capita y a los niveles de educación-formación de nuestros ciudadanos.
la calidad de la atención evaluada en criterios de eficiencia, eficacia y efectividad no ha sido mejorada.
la profunda evaluación de las demandas, la oferta o estructura, los procesos, los productos y los impactos de los diferentes sistemas de salud, hacen arribar a la conclusión que los habitantes de las Américas no están recibiendo servicios de acuerdo a sus necesidades reales, si no de acuerdo a su capacidad económica.
La sana crítica a las Reformas Neoliberales no niega la necesidad de modificar e innovar elementos relacionados con los recursos humanos o los procesos de gestión o atención, para conseguir los mismos objetivos que pretenden las reformas.