El panameño Bayano Kamani ya se ha convertido en ídolo en su país, tras ser quinto en 400 metros vallas de los Juegos Olímpicos de Atenas, y ahora pasar a la final del Mundial de Helsinki, pero es ambicioso y quiere el título hoy.
"Of course" (Por supuesto), afirma en un depurado inglés con acento "yankee" este atleta nacido en Houston, que vive en Los Angeles, de padre panameño y madre de Barbados, y que antes compitió con Estados Unidos.
Su conocimiento del castellano es limitado y prefiere expresarse en inglés, aunque afirma estar muy orgulloso de defender a Panamá.
"Estoy sorprendido con lo contenta que se quedó la gente de mi país cuando quedé quinto en Atenas y ahora me muero por darles una nueva alegría, mayor que la anterior", afirma.