El navío consta de 6 habitaciones, una cocina, una sala y tres baños, así como una serie de comodidades que harán sentir a las personas que lo visiten como si estudian en su propia casa.
En el mismo orden el maestro artesano explicó, que este es el segundo velero que construye para el norteamericano Jean Bruton, pues hace años confeccionó el primero que se perdió en aguas jamaiquinas, y tomando en cuenta algunos aspectos se perfeccionó el actual.
Esta magnífica obra fue descubierta en una gira de trabajo del Programa de Desarrollo Sostenible, y todos los que allí nos encontramos nos maravillamos de tan esmerada y dedicada labor, tanto así que algunos compañeros no podían creer que una construcción de esa magnitud fuese realizada por manos panameñas y específicamente darienitas.
TUIRA SE VISTE DE GALA
En el lugar también encontramos a Adrián Bush, sobrino del dueño del velero , quien con esa sonrisa franca que los caracteriza se ofreció a trasladarnos al barco, toda vez que este fue tirado al agua para darle los últimos retoques para su partida.
Es importante establecer que según los dueños de la estructura, todo lo que arroje la recaudación del uso del velero será utilizado en obras benéficas en la provincia de Darién.
El velero será promocionado en Europa, Estados Unidos y Jamaica, entre otras ciudades del mundo y cuenta con dos mástiles de una fuerte estructura de madera, los cuales miden 108 pies de largo el grande y el más chico consta de 72 pies, según nos contó Vance Bluschke, amigo personal del dueño del velero.
Finalmente los lugareños dijeron sentirse honrados y muy contentos con esta creación.