La nueva política antidrogas de las Grandes Ligas ha sido criticada tanto por el Congreso como por oficiales de la Agencia Mundial Antidopaje, ya que dicen que la misma no es lo suficientemente exigente.
Similares violaciones en otros deportes conllevan sanciones de dos años de suspensión, mientras que en el béisbol es cuestión de 10 días.