Cuando los chicos de Rabanes se cansen de tener su cuerpo todo tatuado, pueden someterse a un tratamiento con láser para desaparecer las figuras.
EN CASA O TALLER
En su mayoría, estos tatuajes son de tipo artesanal, elaborado con tinta china, aguja, hilo y una maquinita con motor casero. Por lo general, son fáciles de quitar.
En el caso de los tatuajes profesionales, se utiliza tinta de mayor calidad y resistencia, que no se sabe qué tan profundo llega.
En los tatuajes artesanales, se utilizan colores oscuros, como el negro y verde. Y debido a que el láser actúa por afinidad, entre más oscuro, más fácil de quitar, y la jornada es corta. Los tonos más difícil de sacar son los verdes, rojos, verde azul marino, amarillo, y los colores mezclados.
CUIDADOS
Un tatuaje negro puede desaparecer en dos o tres sesiones de cinco minutos, dependiendo de la calidad de la tinta. Pero un tatuaje de colores va de 6 a 7 sesiones de 15 minutos para poder quitarse.
Según Mariela Vargas, administradora de la Clínica de la Piel, "el proceso de quitarse el tatuaje es igual de doloroso que ponerlo. Al momento de salir, se pone rojo y hasta puede sangrar. Al día siguiente, aparece la que caerá en 8 a 10 días.
PASOS
Cuando el paciente llega a la clínica, se le preguntan desde cuándo lo tiene, qué tipo de tinta utilizó y se le hace una prueba sin costo.
El tiempo es un factor determinante, pues el cuerpo es sabio y cuando hay un cuerpo extraño lo nota, por lo que elimina la tinta extraña a través de la corriente sanguínea, el sudor, las heces y la orina.
Igual, si el paciente solo tiene tres días de haberse hecho el tatuaje la tinta está fresca y no está del todo fijada a la piel, por lo que es más fácil quitarla.
En comparación con el dolor que causa la realización del tatuaje, quitárselo puede ser indoloro. El tratamiento completo va de B/. 150 a 270 balboas. Todo depende del tamaño y los colores.