El proyecto de convertir a Panamá en centro energético regional es estratégico para el desarrollo del país y quienes se oponen privan a humildes panameños de una oportunidad de empleo y de mejorar sus condiciones de vida, dijo Samuel Lewis Navarro, primer vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores.
Lewis Navarro afirmó que el gobierno está consciente de que su papel es el de promover el país, atraer inversiones y que los beneficios que de ello se generen lleguen a todos los panameños.
Panamá tiene facilidades para convertirse en un centro energético ya que tiene un moderno complejo portuario y un oleoducto que enlaza los océanos Atlántico y Pacífico, con capacidad para 800.000 barriles de petróleo anuales.
"Parece raro que ahora, por el hecho de que un inversionista privado tenga interés por el futuro de nuestro país, se quiera tejer una suspicacia alrededor de una relación que exista con personeros del gobierno, especialmente el presidente de la República, mi persona o cualquier otro funcionario", subrayó.
Explicó que lo que pasa en Panamá en cuanto a inversiones y generación de empleo tiene relación directa al esfuerzo del presidente Martín Torrijos para atraer hacia el país inversiones extranjeras.
Dijo que quieren hacer una novela para privar a los panameños que ven a través de estas inversiones oportunidades de mejoramiento de sus condiciones de vida. "¿O es que detrás de esto hay algunos otros intereses para hacerle daño al país?", peguntó Lewis Navarro.
Según el canciller, los inversionistas privados tienen la alternativa de poner su dinero en cualquier parte del mundo, pero apuestan por Panamá porque es una nación con visión y capacidad.
En los últimos dos años se han creado más de 160 mil empleos formales, según estadísticas de la CSS.
La inversión privada, local y extranjera juega un papel fundamental en el crecimiento económico del país.
"Bienvenidas todas las inversiones que redunden en empleo y riqueza para los panameños", dijo Lewis Navarro.