El secuestro de los 22 surcoreanos en Afganistán entró en su noveno día con la negativa de las autoridades a descartar el uso de la fuerza como último recurso para liberarlos, una medida que, según los rebeldes, causará la muerte de los cautivos.
En una nueva jornada de negociaciones en la provincia suroriental afgana de Ghazni, donde tuvo lugar el secuestro, el viceministro de Interior afgano, Munir Mangal dijo a Efe que, de no encontrar una solución pacífica para conseguir la liberación de los 22 rehenes, el último recurso podría ser el uso de la fuerza.