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Compare precios antes de comprar, su bolsillo se lo agradecerá.  |
Consumir no es sólo comprar. Es también planificar, comparar, leer, contratar, firmar, soportar y, si todo sale bien, es ahorrar, o conservar el medio ambiente. Consumir puede ser un arte, un deporte o un fracaso. Claro que ser consumidor o consumidora tampoco es sólo ser comprador o compradora, aunque en muchos casos ejerzamos de simples compradores.
El buen consumidor planifica, compara, lee, y cuando compra, contrata o firma; consumir es un arte que puede incluir ahorro económico y ecológico o cuidado y bienestar. Todos somos consumidores o consumidoras, pero, como en otras cosas de la vida, podemos ser buenos o malos, incluso pésimos.
Las dos últimas opciones no le gustan a nadie, a mí la primera, pero se dan. Por eso y porque es un derecho consagrado a nivel universal, la CLICAC le ofrece unas cuantas ideas, para ser un buen consumidor. Aunque es cierto que hay más, las mismas resumen algunas de las claves para hacer del consumo algo más que una compra, y del consumidor algo más que un comprador.
Su elección es un voto. Cuando compre un producto o elija un servicio entre varios tenga presente que está ejerciendo su "derecho a votar" favoreciendo a unos frente a otros. Ejerza éste derecho con sensatez. Antes de elegir, compare. Antes de efectuar la compra o el encargo del servicio, compare precios y calidades en diferentes establecimientos. Si es necesario pida presupuestos por escrito. Su bolsillo y su bienestar lo agradecerán. Infórmese bien, es su derecho. Lea las etiquetas de los productos y las fechas de caducidad o consumo preferente. Deben ser fácilmente legibles y estar escritas en español, en el caso de los electrodomésticos si las instrucciones vienen en otro idioma distinto al español, el proveedor no se podrá rehusar al cumplimiento de la garantía, aduciendo mal uso del bien. Si su manejo tiene alguna complejidad, el producto debe contener instrucciones de uso. Con los contratos, no firme a ciegas. Hay que leer la letra grande y pequeña. Todas dicen cosas importantes, compromisos a veces ineludibles. Cuando contrate un viaje, un seguro o un préstamo, lea y lea. Y si no entiende, asesórese. Exija recibo, factura o garantía. Después guárdelos. Serán necesarios si tiene que reclamar. Deben constar claramente los datos del vendedor, del producto comprado o servicio contratado, y las condiciones del crédito, si es el caso. No todo lo publicitado, está bien elaborado. El mejor producto o el mejor servicio no es el más anunciado. Ni el que más envoltorios lleva o más regalos ofrece. Calidad y publicidad no siempre hacen buenas amistades. La publicidad forma parte del contrato. Aún cuando el contenido del folleto o panfleto no conste expresamente en el contrato, lo podemos exigir. Todo lo anunciado debe ser incluido en el producto vendido o en el servicio ofrecido. Las rebajas son tiempo de ahorro, no de saldo. Comprar rebajado no es sinónimo de comprar desahuciado. En época de rebajas debemos exigir productos en buen estado. Si no, deben estar aparte, como saldos. Compre salud. "La salud también se puede comprar". Elegir productos alimenticios de calidad, sin aditivos o procedentes de la agricultura biológica, es una buena garantía para "Comprar Salud". Consuma ecológicamente. Elegir envases retornables o reciclables o alimentos cultivados de forma biológica, emplear papel reciclado o comprar bombillas fluorescentes de bajo consumo, son algunos de los buenos hábitos.
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