Con mucho orgullo el enorme alcalde Eduardo Zerna dijo que Chitré "era una ciudad cinco estrellas". Comentó el Decano de Comunicación de la Universidad de Chiriquí, Fabián Cubillas, que "ya pasamos por eso, ahora David es una ciudad de diez estrellas.
Estos comentarios se dieron en la inauguración del quinto encuentro de profesores de Comunicación, realizado los días trece y catorce de julio pasado, en Chitré.
Realmente llama la atención el desarrollo urbanístico que tiene la antigua "ciudad que crece sola".
Sus calles no tienen huecos y están bien trazadas, mejores que algunas de Pueblo Nuevo, en la capital.
Lo único que incomoda son los "one way" que al turista sorprende. Gritos de "una vía" de los pobladores, advierten al conductor que va por el camino equivocado.
Visitamos el falso desierto llamado Sarigua. Nos decepcionó ver hectáreas y hectáreas del parque convertida en tinas para la cría de camarones.
En muy mal estado se halla el camino que conduce a este Parque Nacional, la autoridad del ambiente cobra un balboa y medio a panameños que no son de la tercera edad y tres, a los extranjeros.
Uno espera encontrarse con un desierto como de las películas de árabes, con algunos camellos. No es así. El suelo de esta "albina" es tierra rojiza.
Se notan restos de conchas que los indios dejaron hace miles de años. Está prohibido recoger objetos. Hay cuatro guarda parques y uno de ellos, Gilberto Barría nos atendió muy bien.
Siguiendo con el turismo interno buscamos el "centro bancario" en Monagrillo. No existía y comprendimos que nos "había tomado el pelo" uno de sus moradores que trabaja en la capital.
Pedasí muestra un desarrollo que dicen que se debe a la administración de doña Mireya. Hay turistas extranjeros en el poblado, donde el domingo los restaurantes a las tres de la tarde no tenían mucha variedad de comida para ofrecer.
Pesé también tiene sus calles bien pavimentas y su gente es muy cordial. Allí conversamos con el artista Julio Fernández.
Están remodelando la iglesia del lugar.
Por supuesto que no dejamos de comer el famoso "Pan de la Arena", pero no compramos artesanías, aunque usted no lo crea.
Las Tablas el domingo 15 estaba tranquila, preparándose para las festividades religiosas de "La Moñona".
Verdes estaban los potreros por las lluvias que llevan vida a plantas y animales.
¡Y nos hartamos de tortilla asada!