Los estudiantes que han pasado frente al jurado calificador, al momento de sustentar un trabajo de grado, siempre recomiendan a los que se preparan para hacerlo que nunca critiquen la metodología de enseñanza que se aplica en su facultad y mucho menos los planes de estudio. Dicen ellos que no hay que ser críticos porque le bajan puntos.
Este criterio se ha escuchado por años. Parece una regla, porque se han conocidos casos de estudiantes que responden a la pregunta del jurado sobre las recomendaciones de la siguiente manera: "En realidad, esta facultad no cuenta con tecnología de punta. Cada año en el ambiente laboral se cambian los sistemas de computación y la realidad no se compara con la teoría de la era de las cavernas que se vive aquí. Lamentablemente, hay profesores que dicen saber mucho, pero nunca se han enfrentado al realismo. No han trabajado en el campo que enseñan".
Esta respuesta deja muy mal parados a los profesores y optan por aplicar la ley de castigo. Después que el estudiante sustenta, se van al cuartito de las deliberaciones y salen con una sonrisa de medio lado, como tratando de decir: "Te jodimos con la nota, ñaka, ñaka, ñaka....".
El ser humano no debe vivir dentro de una charca repleta de odio. Decir la verdad no debe interpretarse como ofensa, pero lamentablemente existen algunos docentes (catedráticos) que no aceptan que le señalen planteamientos que no están lejos de la realidad.
Si usted es de estos profesores, empiece con aprender de los estudiantes. Los seres humanos podemos aprender de todos y nadie es realmente sabio completamente en todos los campos.
Recuerden lo que dijo una vez un gran filosofo: no hay hombre sabio, sino ignorantes del mundo que le rodea, porque cuando más se especializa, más ignorante se es.