La mexicana Ana Guevara, subcampeona olímpica de los 400 metros lisos, mantuvo silencio ayer ante los medios, pero con sus piernas que marcaron el mejor tiempo de semifinales dejó claro que va por su tercer título panamericano.
Ana llegó a Río de Janeiro enojada porque en México escribieron que no iría a los Panamericanos por estar dopada. Ayer mostró personalidad y dominó la primera serie eliminatoria con un tiempo de 51.10.