El abridor Mark Buehrle volvió a dar una gran exhibición de dominio sobre el montículo al retirar de forma consecutiva a los 27 bateadores de los Rays de Tampa que enfrentó para conseguir el decimosexto partido perfecto en la historia de las Grandes Ligas.
U.S. Cellular Field fue el escenario de la nueva gesta de Buehrle, que logró su primer juego perfecto como profesional después que los Medias Blancas de Chicago ganaron por 5-0 a los Rays de Tampa Bay.
"Es algo muy difícil de asimilar y todavía me siento como en una nueve después de asumir que he sido capaz de no permitir nada a los grandes bateadores de los Rays", comentó Buehrle. "Es el sueño de cualquier lanzador, en poder un día estar perfecto".
Buehrle (11-3) recibió la ayuda de una sensacional atrapada en la apertura del noveno episodio del jardinero central DeWayne Wise, quien estiró el guante sobre el muro para preservar el juego perfecto y la blanqueada.