Los productores de tomate están preocupados por la decisión de la Nestlé de no recibir a partir del 2006 el tomate industrial, lo que pone en peligro 10 mil empleos jornales que se dan durante la siembra, cosecha y venta en los cinco meses de zafra.
Pedro Castillo, presidente de la Asociación del Tomate Industrial, dijo que la situación es bastante difícil porque la comercialización se está viendo afectada por la injerencia de otros países,
Castillo dijo que esperan que por lo menos en cinco años este rubro siga con vida para aprovechar este espacio de tiempo para estudiar posibilidades de acción para que los 250 productores encuentren otra forma de vida.