Tras meses de indiferencia de la comunidad internacional y dos peticiones de ayuda de la ONU, la asistencia ha comenzado a llegar a Níger, un país desértico amenazado por la sequía y la hambruna donde 1, 6 millones de personas se encuentran en situación crítica, según estimaciones oficiales.
Al 20 de julio, 874.000 personas estaban en una situación "extremadamente crítica" y 808.000 en una situación "crítica", según cifras obtenidas por la Célula de Coordinación Sistema de Alerta Precoz (CCSAP) de Níger.
El pasado jueves llegó un primer avión de ayuda de urgencia a iniciativa de la asociación francesa Réunir, que salió el miércoles por la noche de Marsella (sur de Francia) hacia Maradi (nordeste de Niger).