El proyecto de investigación y reforestación de especies nativas (PRORENA) realizó una siembra experimental en Playa Venao, Pedasí, en la provincia de Los Santos (sur de Azuero), en la cuenca del Canal, Coclé y Chiriquí, como parte de un estudio que busca regresar la flora nativa a estos lugares.
ESTRATEGIAS
El Instituto Smithsonian fue el responsable de la siembra de 13 mil 500 unidades de árboles en 40 hectáreas, detalló el coordinador en selvicultura, Emilio Mariscal de PRORENA.
Según el selvicultor lo que buscan es desarrollar estrategias de reforestación con especies nativas, que se puedan recuperar las zonas degradadas y así demostrar que se pueden recuperar ecológica y técnicamente; “esto es financieramente viable y aceptable en la parte ecológica”.
ESTUDIO
El estudio está centrado en 70 especies nativas de bosques panameños como: roble, caoba, cedro amargo, Panamá, espavé, almendro de montaña, cedro espino, guásimo, carbonero, corotú, jaboncillo, cocobolo, maría, cuajá, membrillo, madroño, guayacán, guabita, jobo, kira, guachapalí, y otros, que existen a lo largo y ancho del país.
En este proyecto han participado productores, estudiantes de diferentes niveles y la Administración Nacional del Ambiente (ANAM).
ESTUDIANTES
En la provincia de Los Santos los estudiantes con los funcionarios de PRORENA lograron plantar especies como guachapalí, caoba, corotú, carbonero, espavé, que son las especies más utilizadas en estos programas de reforestación, que sirven para proteger las cuencas hídricas, además que son receptores naturales de carbono, señalan los entendidos.
Para lograr el éxito de este proyecto, PRORENA y Smithsonian estudian a estas especies como se comportan en diferentes condiciones de suelo, y de la cantidad de lluvia que reciben; de ahí se seleccionan las especies más prometedoras para este programa de reforestación de especies nativas.
CENTROS DE INVESTIGACION
Para este proyecto, cuentan con cuatro estaciones o centros de investigación forestal distribuidos en Río Hato, Coclé; Playa Venao, Los Santos; Parque Nacional Soberanía y Playa Las Lajas, Chiriquí.
Aunque este proyecto ha sembrado exitosamente (hasta la fecha) unas 70 especies nativas; cabe señalar que en Herrera y Los Santos existe una gran cantidad de árboles nativos que por la agricultura, ganadería y ahora la industria camaronera, han ido menguando hasta el punto de casi desaparecer.
Nos referimos a las siguientes especies: el herrero, cuernito, agallo, maquenca, ubero, pino de montaña (viene desde México hasta la Reserva Forestal El Montuoso en Herrera), el bobo, higo, olivo, concha jobo, perguétano, malasombra (tanto el hombre como el ganado que se cobija bajo la sombra de este árbol, sale mareado—como si estuviera ebrio—existe o existía en los bajos del río Santa María en París de Parita), bambú gigante verde, jarino, castaña (utilizado en las riberas de ríos y esteros para evitar la erosión.