Ayer en nuestra portada del diario, se nos fue la mano. No medimos los niveles de altura de esa gran comunidad colombiana. Primero en el plano social y luego en el deportivo.
Panamá tuvo una victoria sin reproche sobre Colombia. Un triunfo sin dudas... pero un titular que nos puso por debajo de los parámetros de hermanos, de naciones que siempre han mantenido estrechos nexos.
Hermanos paisas en nombre de los responsables editoriales del diario, pedimos excusas. No hay peor ciego que aquel que no quiera ver. Se cometió un error y hay que hacer lo que corresponde: pedir disculpas.
Los titulares son para causar reacción y llamar la atención del lector, pero en esta ocasión fue excesivo. Los medios se retroalimentan de lo que piensa el público. Gran parte de nuestra labor es criticar a otros y por eso debemos estar abiertos a los cuestionamientos. No somos, ni pretendemos ser infalibles.
En lo deportivo, hay que reconocer que varios jugadores de nuestra selección han logrado avances por las oportunidades que les han dado los clubes del fútbol profesional colombiano, lo que les ha permitido crecer en la cancha. Es más, el polémido técnico del onceno que mañana disputará la final de la Copa Oro, es paisa.
Después del momento agridulce que generó el triunfo de Panamá sobre Colombia y las ronchas de levantó nuestro titular, a los paisas y panameños, sólo nos queda tomarnos una taza de café... del mejor café, como hermanos, unidos por un balón, por siempre y para siempre. ¡Viva el fútbol!