Si la visita al médico es para muchos hombres un asunto engorroso, acudir al urólogo es aventura de los más osados, pues por tratarse del área genital no cualquiera está dispuesto a la inspección del facultativo. Si ese miedo se guardara por un momento, muchos problemas de salud se atenderían en etapas tempranas.
Tanto el urólogo -especialista médico en los padecimientos del tracto urinario-como el proctólogo (hace lo propio con las enfermedades que aluden al recto), son vistos por la mayoría de los hombres con mucha distancia, quienes por su condición machista inconscientemente dejan pasar tiempo valioso antes de recibir la atención del facultativo y resolver problemas que pueden tener consecuencias graves.
"Por fortuna -indica el Dr. Serafín Delgado Gallardo, en nuestros días la juventud tiene más conciencia de atenderse oportunamente y acude a recibir ayuda cuando es más fácil emprender acciones que puedan controlar o erradicar problemas de cáncer, por ejemplo".
Es recomendable que los hombres se practiquen examen de próstata a partir de los 40 años, y a partir de esta edad anualmente, pues cuando se establece un diagnóstico oportuno, el tratamiento para alguna afección es efectivo hasta en 90% de los casos. La revisión que realiza el urólogo se basa en examen rectal, en el que se palpa el tamaño de la próstata introduciendo un dedo por el ano, con lo que se puede verificar si existen estructuras anormales o inflamación.
Las infecciones urinarias tiene síntomas como urgencia para orinar y hacerlo con frecuencia (llamado polaquiuria), así como dolor y ardor, son frecuentes en quienes sufren infecciones en las vías urinarias. Su origen se ubica en las bacterias que llegan al sistema, siendo la más recurrente la Escherichia coli, habitante normal del intestino.
Otros factores que pueden predisponer a infección son cálculos o piedras en los riñones, retención de orina o anormalidades anatómicas del tracto urinario, así como enfermedades de transmisión sexual (gonorrea, sífilis y otras).
Disfunción eréctil son responsabilidad del urólogo, la eyaculación precoz, cuyas causas principales de esta anomalía se asocian con nerviosismo o ansiedad, presentes desde los primeros momentos en que el hombre manifiesta su sexualidad.