Las calle de la ciudad de Panamá y el interior del país se han teñido con la sangre de cientos de personas a lo largo de los siete primeros meses del año.
Según informes oficiales, han muerto 221 panameños en accidentes viales durante este periodo.
Las estadísticas indican que unas 82 personas han muerto en colisiones; 75 por atropello; 30 por choques y 23 al caerse de vehículos en marcha.
Las investigaciones han arrojado que el exceso de velocidad, la falta de respeto a las señales del tránsito, el manejo desordenado y conducir en estado de ebriedad, son algunas de las causas de los trágicos accidentes.
Las conocidas regatas entre autos particulares y autobuses son un aspecto que también ha dejado su huella sangrienta en estas estadísticas.
Las autoridades insisten en que los conductores tomen conciencia de su responsabilidad ante el volante, mientras que la comunidad exige la aplicación de leyes ejemplares en ese renglón.