La directora nacional de Casa Esperanza, Roxana Méndez, calificó la situación de la mendicidad en el país como un problema social y económico que aumenta cada día y que involucra otra serie de factores.
Apuntó que ligeramente este problema ha registrado un aumento en su cantidad, comentando el caso de familias completas que se están dedicando a dicha actividad para subsistir.
La mayoría de estas personas, argumenta Méndez, son indígenas que al parecer han convertido la mendicidad en su actividad principal, ante la falta de incentivos económicos dentro de sus lugares de origen.
Manifestó que mantienen en las calles personas que están haciendo recorridos frecuentemente y realmente han visto que la realidad que se vive es grave.
Lo peor de todo, sostiene la encargada de Casa Esperanza, es que estas personas no tienen ninguna posibilidad de generar ingresos dignamente.