Un grupo de investigadores de EE.UU. quiere sustituir la aguja de la vacuna contra la gripe por un parche con cien pinchos que se disuelven en la piel en unos cinco minutos.
El tratamiento, aún experimental, ha sido probado con éxito en ratones. Los responsables del estudio explican en Nature Medicine que esta opción acabaría con las agujas y la necesidad de desecharlas y permitiría que personal sin formación sanitaria pudiese administrar la inmunización anual contra la gripe.
"Creemos que la gente podría adquirir estas nuevas vacunas en la farmacia o incluso por correo y ponérselas en su casa", explica Sean Sullivan, coautor del estudio e investigador del Instituto Tecnológico de Georgia.
RATONES INMUNIZADOS
Los expertos muestran que, un mes después de aplicarlos en la piel de los ratones, sus parches resultan igual de efectivos que las inyecciones intramusculares convencionales para prevenir una infección. El trabajo también apunta que este método es más duradero que la aguja, pues, tres meses después del tratamiento, los ratones en los que se usó el parche respondieron mejor ante una infección que aquellos que recibieron un pinchazo convencional en sus músculos.
El equipo señala que, si se demuestra su efectividad en humanos y pueden fabricarse a gran escala, los parches costarían igual que las vacunas actuales y ahorrarían los costes asociados al desecho especial de las agujas y el personal que administra los tratamientos.