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"Toyito" es hoy un empresario de éxito, y vive agradecido por lo que su padre hizo por él  |
El hijo mayor de "El Tigre" también toca acordeón ¡y compone! ("pero música nada más, no letras", dice)
Este y otros detalles nuevos los confesó a Nuestra Tierra una tarde, con el sol rabioso de Azuero desparramado a lo largo y ancho de la finca donde tiene una de las más hermosas y elevadas casas de Las Tablas.
Su nombre, Victorio Vergara Murillo (pero todos lo conocen como "Toyito"), y cumplirá 37 años el próximo 16 de noviembre.
Empezó a componer después que murió su padre. Sin embargo, esto no es lo más importante que le ha ocurrido después de ese fatídico 21 de julio de 1998, cuando Victorio, el viejo, se fue.
"Obtuve el título de licenciado en administración de empresas, y eso lo hubiera hecho muy feliz", señala, con esa risa fácil que le viene a la boca cuando habla.
"Toyito" organiza los eventos típicos de las fiestas grandes en el interior de la república (patronales y ferias internacionales como la de David y Azuero) tiene ganado y extensos sembradíos de arroz.
"Cuando son fiestas de tres o cuatro días trabajo con varios conjuntos, no sólo el Plumas Negras", indicó, a la vez que hace una dramática confesión: "La situación del país anda muy difícil (...) el público va a los festivales a bailar y no está consumiendo [licor] (...) hace tres años había mucha ganancia, ya no".
N.T. ¿Qué es lo que más extraña del viejo?
Toyito: Realmente mi papá y yo nos veíamos poco. En un mes, si acaso lo veía una o dos veces. Cuando me lo encontraba conversábamos del ganado y la finca. Eso ya no se da, y me ha tocado aprender a vivir con eso (...) ya no me llama para preguntarme de los animales ni orientarme sobre el negocio del típico (...) me enseñó mucho, y eso me hace falta.
N.T. ¿Tiene hijos?
Toyito: una niña
N.T. ¿Por casualidad se llama Victoria?
Toyito: Valeria Victoria
Hay una canción de El Tigre que se llama "Me mata la nostalgia" (que fue una de las primeras piezas que "Toyito" tocó en el acordeón) y que cada vez que la escucha lo emociona.
N.T. ¿Fue difícil ser el hijo de una celebridad?
Toyito: Me abrió muchas puertas ser hijo de Victorio Vergara, y los amigos (sinceros y falsos) llovieron. La vaina cambia (ahora está riéndose) cuando se trataba de hacer desastres (los cuentos de las travesuras corrían como pólvora, porque no tenía anonimato). Pero se calmó a los 22 años, cuando "El Tigre" le pidió que trabajaran juntos, y se ganara su propia plata.
N.T. ¿Cuál fue la mayor virtud de Victorio Vergara Batista, y cuál su mayor defecto?
Toyito: Mi padre fue grande por ser una gran persona, más que un gran músico. Sus sentimientos eran muy buenos, siempre estaba sereno, no tenía malicia (pensaba que todo el mundo era bueno), creía que nadie podía hacerle daño. Y esta, que fue siempre su gran virtud, y que le ganó tantos amigos, fue también su más grande defecto.
La entrevista cayó en lo inevitable, después de una hora de risas, recuerdos nostálgicos y gaseosas frías para conjurar el volcán que se desataba afuera: "El Plumas Negras".
N.T. ¿Cómo andan las cosas con el conjunto?
Toyito: La influencia que dejó mi papá fue monstruosa, pero eso ya va desapareciendo. Ahora el público nos está escuchando, y nos mantiene en los primeros lugares (...) es bien difícil que superen lo que hizo mi padre, pero los tiempos cambian y en el futuro se sabrá todo lo que podemos hacer (...) vemos lo de afuera, pero no el corazón de la gente; tendremos que esperar.
El hijo de Victorio cuenta que toda la herencia del viejo está intacta, excepto una propiedad que se vendió. Los demás bienes están tal como los dejó: una gigantesca finca en Las Tablas, otra en Soná de Veraguas (donde mantienen las vacas y los sembradíos); y una casa en la playa.
Cuando se le pregunta si habla con "El Tigre" responde: "cuando estoy solo o tengo problemas, en voz baja le pido que me ayude y a veces hasta le exijo 'indícame cuál es el mejor camino'".
N.T. Si él volviera ahora ¿qué cree que lo haría feliz?
Toyito: Ver que todos su hijos nos llevamos bien. |