El Gobierno de EE.UU. dijo ayer que considera extensiones adicionales de las pruebas de presión, en el pozo petrolífero averiado en el Golfo de México -que permanecería sellado de no detectarse anomalías-, pero mostró preocupación porque los niveles de presión sean menores a lo previsto.
Las pruebas buscan determinar si la estructura del pozo está en buenas condiciones y resiste la campana de contención, instalada hace una semana para frenar el derrame de crudo -que comenzó en abril tras la explosión de una plataforma gestionada por la petrolera BP-, o si hay fisuras por las que se filtre petróleo en el lecho marino.
El plazo de la actual prueba venció ayer a las 20.00 GMT y el almirante de la Guardia Costera, Thad Allen, coordinador del Gobierno de EE.UU. para la lucha contra el vertido, señaló que consideran ampliar el plazo de 24 en 24 horas.