Adquirir un nuevo par de zapatos, no es tan fácil como parece, hay que tomar en cuenta una serie de indicaciones, para que no te arrepientas de tu compra.
El peso corporal debe repartirse de forma equilibrada y los tacones demasiado altos lo impiden, causando lesiones a nivel del Talón de Aquiles, que es el que soporta la mayor parte del peso. Evítalo utilizando tacones de dos o tres centímetros de altura como máximo. No use puntas estrechas, son las responsables de los dolorosos juanetes.
Elija el calzado en función de la actividad que va a realizar con él.
Las suelas deben ser resistentes y flexibles con una buena superficie absorbente, acolchadas para absorber el impacto que se produce al caminar por terrenos duros.
Cuando compre zapatos, hágalo siempre a última hora de la tarde, cuando los pies están más hinchados. Evitará comprar zapatos demasiado estrechos que a la larga le originen callosidades y durezas.
El calzado debe ajustarse perfectamente a los dedos y a los talones. Nunca debe salirse el talón por detrás del zapato, ni tampoco debe quedar el pie suelto dentro del mismo, puesto que podrían producirse rozaduras y ampollas.
Los dos pies nunca son del mismo tamaño, compre siempre el número que se adapte al mayor de los dos.
Los materiales sintéticos favorecen la producción excesiva de transpiración y el aumento de bacterias causantes del mal olor.
Utilice más de un par de zapatos y alterne su uso, no utilice los mismos todos los días. Evitará tener siempre las mismas rozaduras, callos o ampollas.
Deseche los zapatos en cuanto hayan dado mucho de sí y, sobre todo, si el pie tiende a salirse de ellos.