Son las 9:20 p.m., el viejo bar de uno de los rincones de un barrio español abre sus puertas. De repente, el sonido de una trompeta se apodera del lugar, la salonera queda embelesada, deja de limpiar la barra para escuchar el mágico sonido.
Carros, una barbería y ropa tendida fueron parte del escenario que rondó aquel viejo edificio, el cual albergaba un amor, que nunca se dio porque la inquilina del "5to piso" lo puso a la venta sin imaginarse, que el vecino de abajo soñaba con ella, sin conocerla.
Así se inició el concierto de Ricardo Arjona, quien trasladó a más de 6 mil panameños, que se dieron cita en la arena Roberto Durán, a su "5to piso".
El recién remodelado Roberto Durán se quería venir abajo, en aplausos y gritos, cuando Arjona se deslizó e interpretó los temas "5to piso", "El del espejo" y "Acompáñame a estar solo".
Los éxitos no se hicieron esperar, el guatemalteco aseguró que estaba allí para complacer y cantó: "Desnuda", "Realmente no estoy tan solo", "Te conozco", "Historia del taxi", "El secreto" y "Buenas noches Don David".
Los que no tuvieron queja fueron los que compraron los boletos más baratos, estuvieron todo el concierto sentados y veían de lo mejor.
SUBIO A FANATICA
La noche transcurría entre gritos, de repente Arjona se calla y asegura: "Los hombres mienten, pero las mujeres lo usan a su favor", todo eso para darle la bienvenida a la cantante Paquita la del Barrio, quien lo acompañó en el tema "Ni tú ni yo" de forma digital, es decir, que no estuvo presente, sólo por video.
Así pasaron dos horas, entre éxitos; pero como todo tiene su final, Arjona se despidió, pero como en todos los conciertos el público con su habitual "otra, otra.. " lo hizo volver, esta vez regresó mejor que nunca, cerrando el "show" con dos temas "Sin daños a tercero (tarde)" y "Pingüinos en la cama". Fue un concierto sin precedentes y la mejor fiesta que se pudo vivir en un "5to piso".