Fue una mañana agitada en el auditorio Ascanio Arosemena de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Ya a las 8: 00 a.m. estaba lleno, mayormente de hombres vestidos con saco y corbata. La cita no era común y las perspectivas de negocios fluían en el ambiente. Era la definción del contrato más gordo de la ampliación de la vía acuática: la construcción del Tercer Juego de Esclusas.
El presidente Ricardo Martinelli llegó 20 minutos antes de la hora estipulada, una situación poco común para los anteriores inquilinos del Palacio de Las Garzas. Al entrar al amplio salón, en donde las conversaciones se confundían entre uno y otro grupo, reiteró a periodistas que la transparencia había reinado en este proceso, el que comenzó en marzo pasado y que tendría su desenlace en pocos minutos.
El desfile de funcionarios no podía faltar. Desde el vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Varela, seguido por la procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez; así como el presidente de la Asamblea Nacional de Diputados, José Luis Varela; algunos diputados y miembros del cuerpo diplomático estaban presentes. Coincidiendo con su cargo, así mismo estaban ordenados los asientos en los que fueron situados, frente al podium, en primera filas.
En el otro lado del salón, uno al lado del otro, estaban situados los representantes de las empresas que estaban ofertando para quedarse con el contrato.
Miembros del consorcio Bechtel International Inc-, Taisei Corporation y Mitsubishi Corporation, estaban tranquilos, y uno que otro comentario, en baja voz, rompía las rígidas posturas de algunos de sus miembros, entre ellos asiáticos. Sus competidores del Consorcio C.A.N.A.L y del Grupos Unidos por el Canal conversaban mutuamente de forma amena.
Fue difícil determinar si los miembros de las empresas ofertantes estaban o no nerviosos. Todos pusieron su mejor cara de póquer. Si hubo nerviosismo o tensiones fue magistralmente maquillado con educadas sonrisas, saludos cordiales y apretones de manos.
Los virtuales ganadores, miembros del Grupo Unidos por el Canal, afirman estar listos para poner tecnología de último nivel, única en su clase, la que, según ellos, nunca se ha visto en el país. En la contraparte, los representantes, tanto del consorcio Bechtel International y C.A.N.A.L. se retiraron del salón sigilosamente.