Lo que todos esperaban, sucedió. El príncipe Alberto II de Mónaco admitió ayer miércoles que tiene un hijo de 22 meses, fruto de su relación con una francesa de origen togolés, que no estará incluido en la línea de sucesión al trono, pero tendrá derecho a la herencia y al mismo título que los otros hijos del príncipe tenga.
Dejando a un lado su tan comentada sexualidad, Alberto II, no pudo más que reconocer a Alexandre, su hijo.