Los jefes de Estado y de gobierno de los ocho países más industrializados del planeta, reunidos en el G-8, iniciaron ayer su cumbre anual en la localidad escocesa de Gleneagles con una cena ofrecida por la reina Isabel II, en medio de incidentes con manifestantes antiglobalización.
BUSH HERIDO
El presidente de EE.UU., George W. Bush, se chocó con un policía y se cayó de la bicicleta en la localidad escocesa, adonde llegó para participar a la cumbre.
Bush, que cumplió 59 años, se arañó las manos y los brazos, y el médico de la Casa Blanca, Richard Tubb, le vendó las heridas, según dijo el portavoz presidencial, Scott McClellan a la agencia EFE.
PROTESTAS
Más de un centenar de manifestantes fueron arretados en la zona del hotel de Gleneagles, sede de la cumbre, indicó la policía escocesa, precisando que unas 29 personas resultaron con heridas leves.
El área fue el epicentro de violentos disturbios, así como de una marcha, en su mayoría pacífica.
Esta reunión del G-8 ha generado inmensas expectativas en todo el mundo ya que podría abrir una nueva fase en la actitud de los países ricos con las paúperrimas economías de Africa y la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre medio ambiente que podría rubricar también Estados Unidos.