Comenzó con sorpresas la Copa América. La selección nacional de Perú derrotó, en el Estadio Metropolitano de Mérida, 3-0 a la de Uruguay y desnudó, sin prejuicios, las dificultades que suma en todo el terreno esa pobre formación charrúa del siglo 21.
Entre Perú y Uruguay, hay 63 partidos jugados. De ellos, son 35 victorias celestes, 16 triunfos peruanos y 12 empates, 106 goles celestes y 60 goles peruanos. Y a medida que pase el tiempo, se van a acercar mucho más.
Tras unos 20' en que ambos rivales salieron tímidamente al juego, Perú comenzó a afianzar el planteamiento defensivo, que funcionó a la perfección, y creó problemas con el terceto de avancistas: Jefferson Farfán, Jaime Pizarro y Paolo Guerrero.
La incidencia de más riesgo llevada por Uruguay, fue un remate de larga distancia de Fabián Estoyanoff, que estremeció al guardián peruano Leao Butrón.
El primer gol inca fue del futbolista del Sporting Cristal, Miguel Ángel Villalta, a los 26', tras un saque de esquina de Farfán, en el que el defensa le ganó la posición al cancerbero Darío Rodríguez y, en espectacular salto de felino, puso su cabeza para el 1-0. Poco después, el árbitro le anuló un gol a Paolo Guerrero por presunta posición de juego de Claudio Pizarro.
El segundo, a los 68', fue del avancista del Cienciano, Juan Carlos Mariño, quien se adelantó al guardián oriental Fabián Carini, con un potente disparo desde fuera del área.
Y a los 87', Paolo Guerrero usufructuó otro error de la retaguardia celeste y logró el 3-0 ante combinación con su compañero Andrés Mendoza.
Los uruguayos rogaban que el partido terminara, con un silbatazo salvador del colegiado paraguayo Carlos Amarilla, temerosos de que los números se convirtieran en pesadilla.