domingo 27 de junio de 2004

 

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CAMINOS CLANDESTINOS
Cien caminos libres Cien caminos libres para traficar
Alrededor de 100 pasos sin restricciones y de libre acceso existen a lo largo de la zona limítrofe entre Panamá y Costa Rica, lo cual para muchos es un mal necesario, mientras que para otros es la oportunidad para el transporte ilegal de mercancías, estupefacientes y hasta personas.

Bleixen Caballero | Chiriquí, Crítica en Línea

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Las autoridades han aceptado lo que clandestinamente ocurre, porque se trata de un área donde el control es muy difícil, toda vez que no cuentan con los recursos necesarios.

Alrededor de 100 pasos sin restricciones y de libre acceso, existen a lo largo de la zona limítrofe entre Panamá y Costa Rica, lo cual para muchos es un mal necesario, mientras que para otros es la oportunidad para el transporte ilegal de mercancías, estupefacientes y hasta personas.

Las autoridades han aceptado lo que clandestinamente ocurre, porque se trata de un área donde el control es muy difícil, toda vez que no cuentan con los recursos necesarios.

La vulnerabilidad de nuestra frontera es muy común y dada para la ejecución de prácticas ilegales, que van desde el paso de mercancías hasta de personas, quienes con mayor regularidad lo hacen desde Panamá hacia Costa Rica, con el propósito de atravesar toda Centroamérica, en busca del sueño americano.

En las nacionalidades se destacan: costarricenses, colombianos, dominicanos, salvadoreños, haitianos y en otros casos ecuatorianos y algunas otras.

Por parte de Panamá, la fortaleza más grande se ubica en el sector de Jacú, en donde se ubica un puesto fronterizo de seguridad, que opera con la presencia de agentes de Migración, Aduanas, Policía Nacional y otros durante las 24 horas, en donde se mantienen requisando todo el vehículo que transite por el área.

Pero en lo que queda a lo largo de la línea divisoria existen alrededor de 100 pasos que se pueden utilizar de igual manera para entrar y salir de ambos países, en donde no existe ningún tipo de vigilancia.

De igual manera el paso es muy fácil una vez se ingresa en el sector de la frontera, pues sólo basta poner un pie en el límite imaginario que existe para cruzar al lado tico.

Esto demuestra que la zona tico panameña es muy vulnerable ante la falta de restricciones a lo largo de la línea fronteriza.

Algunos de los pasos más comunes se ubican en la Barriada San Jorge, y para salir se puede llegar por la calle de Matías; en la Barriada San Jorge, salida por el Bar el Aguacero; Barriada San Jorge, salida por la calle de Ramón Cabezas.

Otros pasos se registran en la vía que conduce a la ciudad de Puerto Armuelles: La Cuesta, Bar Los Cotos, Río Claro, Kilómetro 37.

Descendiendo hacia el sector de Río Sereno por Paso Canoa Arriba se encuentra el paso de Sabalito-La Unión-Salida Las Mellizas; Mellizas-salida a Las Brisas; Piedra Candela-salida al Gallo; Sereno-salida a la Unión; Sereno-Brasilia; San Antonio-Santa Rosa; Cañas Gordas-Agua Buena; Campo Tres-Cañas Gordas.

Las autoridades son conscientes de la presencia de estos pasos, inclusive aceptan que existen rutas establecidas para el tráfico de personas indocumentadas siendo éstas: David-Santa Marta- Divalá- Paso Canoa; David-Santo Domingo-Paso Canoa; Jacú-Cruce de la línea férrea-Progreso; David-Volcán-Sereno; David-Alanje-Fincas Independientes-La Esperanza.

Los funcionarios realizan constantemente operativos relámpagos para minimizar la entrada y salida de extranjeros indocumentados, pero se hace evidente la falta de ayuda que permita lograr una mejor custodia de la frontera.

Pero no todo es malo, pues para muchos esto es un punto a su favor, pues los pasos se convierten en una ayuda para pasar a realizar labores o acudir a un centro educativo y demás.

Cabe destacar que muchos ciudadanos panameños laboran en empresas del otro lado y viceversa, lo cual hace entonces que no todo sea malo en este lugar.

Muchos niños usan ese paso para ir a sus escuelas, otros para trabajar, en fin, para realizar labores diarias. Por lo tanto, si se cerraran todos estos pasos, la situación se haría difícil, pues habría que dar toda la vuelta para ingresar a su destino, así lo consideró el señor Aldonier Rodríguez, quien reside en este sector.

Orlando Castillo labora desde hace más de 20 años en el área central de la frontera y reconoció que efectivamente los pasos se convierten en un problema para las autoridades.

Indicó que no se puede asociar el contrabando con los moradores de la comunidad ni con los que laboran en el sector fronterizo, ya que con mucho esfuerzo trabajan para salir adelante.

Apuntó que no se puede pasar por alto que en una frontera convergen muchas situaciones, pues así como hay quienes piensan en trabajar y valerse de sus recursos, hay otros que ven cómo pueden hacer fechorías.

Muchas son las dificultades que se suscitan en esa área, pero es muy difícil poner un control permanente a lo largo de toda la zona limítrofe, así lo explicó Humberto Beitía, director regional de Aduanas en la provincia de Chiriquí.

Efectivamente, como muchos conocen, existe una gran cantidad de pasos clandestinos por Paso Canoa, que son cruzados a pie, en bicicleta, en automóvil, hasta en caballo por diferentes sectores, en donde no hay la mínima vigilancia.

En especial la Aduana, como entidad, está haciendo lo humanamente posible por controlar la situación, pero hay que tomar en consideración que esta frontera es muy extensa, más cuando existen pasos debidamente conformados que son utilizados constantemente.

Dijo que por la amplitud de la zona, se tendrían que emplear más de un centenar de unidades, para colocarlas en cada uno de los pasos y de esta manera evitar el tráfico ilegal.

Expresó que escasamente cuentan con los recursos para trabajar, que en algunos casos las detecciones son positivas, pues han logrado la captura de mercaderías de contrabando. Entre éstas, productos perecederos como otra gran cantidad de artículos.

Indicó que el área comercial de la misma frontera es muy sensible, pues allí se permite la entrada y salida de personas constantemente, lo cual facilita el que se cometan hechos delictivos.

Beitía sostuvo que además de la Garita de Jacú, las entidades de seguridad que trabajan en conjunto para poner control a esto, están establecidas también en el sector de Cuervito y en el distrito de Río Sereno.

Manifestó que adicionalmente se realizan recorridos, cuando se cree conveniente, así mismo operativos dentro de las áreas sensibles para descubrir la entrada y salida de productos ilícitos.

Apuntó que a pesar de este forzoso trabajo, siempre se presentan situaciones anómalas, por ello consideró que para un control se hace necesario aumentar al doble o más la cantidad de funcionarios.



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