EDITORIAL
El tranque
de calles
Ayer, en distintas
partes del país hubo tranques de calles y el consiguiente
congestionamiento vehicular poniendo de manifiesto que nadie
le hace caso a las prohibiciones que existen al respecto. En
Coclé, Bocas del Toro, Colón y Panamá se
dieron estas anomalías afectando el derecho de terceros,
pero ninguna autoridad competente intervino para frenar con energía
y decisión este problema endémico.
La tónica parece ser que para llamar la atención
y que se escuche la voz de la ciudadanía hay que cerrar
calles. El Ministerio de Gobierno y Justicia y las autoridades
del tránsito han reiterado en enésimas ocasiones
que el cierre de calles está prohibido, pero nadie les
hace caso. Por el contrario, cada día aumentan las protestas
para que el gobierno ponga atención a los manifestantes
que casi siempre son justos en sus reclamaciones y demandas.
Con estas acciones, el país parece encaminarse hacia
una anarquía. Con la paralización del transporte
se congestiona el tránsito en perjuicio de terceros que
son ajenos a la causa y el motivo del tranque en las principales
arterias citadinas. Con estas acciones los automovilistas se
retrasan, llegan tarde al trabajo, pierden citas de negocios
y hasta se afectan por no abordar a tiempo un avión o
transporte que lo lleve al exterior. Por supuesto, nadie les
paga el daño que le causan a los afectados porque los
reclamantes creen estar en su justo derecho sin importarle que
están violando también los derechos humanos a ciudadanos
que están al margen de sus protestas.
Este país no puede continuar así. Los panameños
tenemos derecho pero también deberes que cumplir estrictamente.
Nos estamos ganando una imagen de irresponsables con autoridades
débiles y de ciudadanos que por cualquier pretexto cierran
las calles porque no hay una autoridad que los meta en cintura.
No estamos de acuerdo ni abogamos por la represión violenta,
pero debe haber autoridades con la suficiente persuasión
que haga desistir a los manifestantes que no se puede detener
el progreso y que deben buscar alternativas convincentes para
solucionar sus problemas.
Llamamos la atención al gobierno para que frene estos
cierres de calles con los que el país pierde en todos
los sentidos. Cualquier inversionista que vea lo que sucede cotidianamente
en Panamá se ahuyenta. Hay que dejar la inercia y disciplinar
este país que tanto lo necesita.
PUNTO CRITICO |
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