CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo,
no me importa con los pacientes
Cuando los jóvenes
deciden convertirse en profesionales de la medicina, nunca deben
faltar a su Juramento Hipocrático. Esto debe ser un
delito.
Esto probablemente lo escuchó una vez en su vida una
joven doctora que atiende en el distrito de Arraiján que,
según denuncias, faltó terriblemente a la ética.
El domingo pasado, la clínica en la cual trabaja estuvo
totalmente llena. Niños enfermos, mujeres con dolores
y otros con diversos malestares esperaban ser atendidos, pero
se llevaron sus dolencias para su casa y otros, quién
sabe qué suerte tuvieron, pues la doctora enojada con
su padre -dueño del local- se retiró sin importarle
con nadie.
Hoy, esta doctora; mañana un policía, y pasado
mañana un servidor público actúan de la
misma manera, pero lo que sí es cierto que en la medicina
es imperdonable permitir que esto ocurra.
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