Para la maestra Vielka de Pinilla, el enseñarle a sus estudiantes con tecnologías de avanzada ya no es una quimera. Los niños a los que les imparte clases, en sector de San José, distrito de Calobre, provincia de Veraguas tienen ahora un DVD y un televisor en el que conocen a través de películas y documentales la historia de la música o del ciclo del agua.
Estos aparatos s pueden funcionar gracias a la instalación de paneles eléctricos que funcionan con luz solar, por parte del Gobierno Nacional a través del Proyecto de Incorporación de Nuevas Tecnologías de Electrificación para la Educación y la Salud en Áreas Marginales (SOLEDUSA) que administra el Fondo de Inversión Social (FIS).
Este proyecto que es cofinanciado por la Unión Europea tiene como fin beneficiar a unas 150 mil personas que residen en los distritos de Las Palmas, Santa Fe, Calobre, Cañazas y San Francisco, en la provincia de Veraguas y de Munâ, Mironó, Besikó, Kankintú, Noleduima, Ñurúm y Kusapín en la comarca Ngöbe Buglé.
Durante la inauguración en San José, el presidente de la República, Martín Torrijos Espino dijo esta semana que con este programa solidario podrán contar con electricidad para dos elementos básicos para el desarrollo y progreso: la educación y la salud.
Dijo que en que en los próximos 14 meses se conectarán a este sistema de paneles fotovoltaicos 350 escuelas y cien centros de salud.
"Poco a poco estamos avanzando tratando de recuperar el tiempo perdido y tratando de lograr que en cada comunidad se realicen obras que mejoren la calidad de vida de ustedes y de sus hijos y para lograr que los niños no pasen tantas necesidades como ustedes las han tenido que pasar por mucho tiempo", resaltó el mandatario.
ACOMPAÑAMIENTO
La Unión Europea como auspiciador de este proyecto aprobó un apoyo financiero no reembolsable, por un monto de 55 millones de balboas para propiciar estos planes en el que además de los paneles se entregan, refrigeradores solares, equipos médicos y más de 80 mil textos escolares que permitirán el mejor desempeño de los escolares.
Tomás Abadía Vicente, Encargado de Negocios de la Unión Europea para Panamá y Costa Rica dijo que los niños mejorarán la calidad de su educación y recibirán mejores prestaciones sanitarias.
Añadió que es un proyecto de cohesión social, de lucha contra la pobreza que va más allá de la instalación de tecnologías solares en estas comunidades vulnerables.
"Si podemos conseguir que la educación de los chicos se pueda extender hasta los 16 años, podremos decir que esos niños ya no serán pobres, porque tendrán otros estudios y otras formaciones", concluyó.