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El mexicano Cuauhtemoc Blanco (I) intentará ser figura. (Foto: EFE)
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Las selecciones de México y Estados Unidos disputarán hoy la final de la Copa Oro de la CONCACAF, en un partido en el que estarán en juego el orgullo y un pase para la próxima Copa Confederaciones.
Con una rivalidad añeja que se disparó en el 2002 cuando los estadounidenses eliminaron a México en el Mundial, los dos rivales se entregarán por el triunfo, lo cual quizás no signifique que jueguen su partido más vistoso, pero sí el más peleado.
Estados Unidos llega invicto al certamen, tratará de aprovechar la condición de local y de mejorar su actuación de semifinales ante Canadá, al que derrotó 2-1 con apuros.
El técnico Bob Bradley no contará con dos de sus titulares, el defensa Frankie Hejduk y el volante Michael Bradley, suspendidos, y tendrá que hacer ajustes para mantener eficiente su sistema 4-4-2 con una defensa bien parada, centrocampistas hábiles y Landon Donovan como cerebro del ataque.
Hoy las estadísticas no contarán y los rivales deberán hacer su mejor juego.
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