La diferencia horaria con Alemania (seis horas) está causando estragos en China, donde al menos seis aficionados al fútbol murieron desde que empezó el Mundial víctimas del estrés y la falta de sueño unidos a dolencias físicas que se agravado por culpa del fútbol, según la prensa local.
Una mujer de 43 años, consciente de sus problemas de tensión, se propuso no ver más de un partido por jornada pero la emoción de la remontada de Corea ante Togo (2-1) fue demasiado para ella, según el diario "Nuevo Pekín".