Salvo el Comité Ecuménico, el sector empresarial y algunas centrales obreras, el resto de los actores que deben aportar para resolver la situación en la que se encuentra la nación, han rechazado la convocatoria al diálogo nacional hecho por el Ejecutivo, para buscar nuevas opciones para el sistema de seguridad social.
Ahora la excusa que se esgrime es que el Ejecutivo debe posponer la vigencia de la Ley 17 o lo que es lo mismo declarar una moratoria en su aplicación hasta por 90 días, período en que el diálogo nacional, debe producir nuevas alternativas.
No hay que ser ciegos ni sordos. En verdad el gobierno está contra las cuerdas, pero también es cierto que algunos de los sectores involucrados, no tienen el menor interés de resolver la crisis, porque sus intereses son otros.
¿Qué hacer?. Lo más sensato sería que el presidente Torrijos salga nuevamente por cadena de televisión y anuncie que la alianza de gobierno promoverá un nuevo proyecto para posponer la entrada en vigencia de la Ley.
De esa forma, la oposición y el Frente Nacional en Defensa de la Seguridad Social, no tendrán excusas para sentarse a la mesa del diálogo y estos últimos deberán levantar la huelga declarada hace tres semanas.
Al mismo tiempo, el FRENADESSO debe entender que no se puede abrogar la representación de todos los sectores del país. El resto de los gremios y centrales obreras tienen igual derecho que ellos a realizar sus aportes.
El gobierno y FRENADESSO deben entender que mantener la actual situación, sería desgastarse mutuamente. Un presidente no puede dar la imagen permanente de estar derrotado; y al mismo tiempo el extender la huelga innecesariamente puede quebrar las finanzas de los sindicatos afiliados al Frente. ¡Es mejor dialogar, que vivir en un conflicto indefinido!.