Estaba a punto de tocar la fama con sus dedos, sólo tenía 21 años, y su novia, con la que llevaba varios años, le tenía una noticia: iba a ser padre.
Aunque apenas estaba empezando a vivir, ya lo ansiaba. Román Torres, el defensor de la Selección Nacional, asegura que su pequeño Adriano Román de 5 meses es la bendición más grande que ha recibido en su vida.
"Ser padre para mí se convirtió en una experiencia muy linda, es el mejor regalo de Dios, una bendición que el Señor me mandó. Me siento muy contento y sé que tengo que trabajar mucho para darle todo a mi hijo y a mi familia", manifestó sin pensarlo dos veces.
Aunque asegura que le gustaría que su hijo fuera futbolista, para él lo primordial es que estudie, justo lo que su padre le inculcó.
El titular en el partido de hoy contra El Salvador confesó que para él lo más difícil de ser futbolista es pasar tiempo alejado de su familia. "Extraño a mi hijo y a mi esposa, me gustaría estar con ellos y eso me pone triste, aunque ya he superado un poco esa fase", dijo.
Román, quien juega para la Equidad de Colombia, manifestó que su familia le hacía tanta falta, que le sacó sus pasaportes y se los llevó.
Según su esposa Yibiel, Román es un hombre cariñoso y sobre todo, la ayuda. Recuerda que cuando estaban en Colombia, se iba trasnochado a la práctica, ya que se levantaba a darle mamadera al bebé.