Una ola de hurtos mantiene preocupados a los productores de Barú, quienes denuncian que se trata de grupos organizados que operan en este distrito fronterizo.
A pesar de que se desconoce la cuantificación de los daños provocados en las producciones de plátano y zapallos, los productores amenazaron con tomar la justicia por sus propias manos ante la impotencia que sienten, porque es muy difícil probar el delito.
Verísimo Saldaña, dirigente de los productores de plátano, explicó que las bandas de delincuentes cosechan los plátanos en horas de la noche y proceden a vendérselos a comerciantes.
Considera que en menos de cuatro meses ha perdido unos 20 mil plátanos, que son vendidos a cuatro centésimos por unidad.
Las autoridades del Ministerio Público, la Personería del distrito, el alcalde y los corregidores se reunieron con los productores que están dispuestos a terminar con esta ola de delincuentes.
Indicó que hace tres semanas capturaron a tres delincuentes y entregaron a estas personas con las pruebas a la Policía; sin embargo, consideran que muchas veces se permiten recursos legales que impiden que estos malhechores respondan penalmente ante la justicia panameña.
AUTORIDADES
Por su parte, el alcalde de Barú, Franklin Valdés, acotó que van a capturar a los ladrones y van a comenzar a pedir factura a las personas que sacan plátanos del distrito para la venta.
Indicó que muchas veces se sienten atados, porque el ladrón va sin testigo a robar y cuando se denuncia, el dueño de la finca tiene que llevar un testigo para acusarlo.
En tanto, el fiscal Franklin Amaya aclaró que el denunciante puede ser cualquier persona, pero le corresponde a la autoridad copiar las pruebas necesarias para probar la punibilidad del hecho y acreditar el delito.
Señaló que si la persona tiene testigos es mucho mejor, pero le corresponde a la autoridad competente proceder con la investigación correspondiente.
En tanto, los corregidores señalaron que estos casos siempre se presentan, pero muchas veces el denunciante no colabora y esto beneficia al ladrón.
La comunidad está preocupada porque no solo se trata de este tipo de hechos, sino que también comienzan a tirarle piedras a los vehículos que transitan en horas de la noche.