Las cooperativas son empresas sociales y solidarias, donde sus asociados encuentran respuesta a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales. Los idealistas sentimos que el cooperativismo, con sus principios y valores, base fundamental para la ayuda mutua, llena todas las expectativas para una vida con calidad.
Grandes pensadores del cooperativismo como Roberto Owen, inglés; Charles Fourier, francés y Federico de Raiffeisen, alemán, promovieron el socialismo y el cooperativismo bajo diferentes premisas, pero teniendo como conclusión la satisfacción del hombre; es decir, del ser humano.
Owen consideraba que el hombre era bueno por naturaleza, pero que las circunstancias no lo dejaban desenvolverse a plenitud; Fourier, tenía casi el mismo pensamiento y luchó por implantar una sociedad más justa y propuso la fundación de comunidades modelos llamadas "falansterios"; Raiffeisen fue el impulsor de las cooperativas de ahorro y crédito basado en los principios de autoayuda, auto responsabilidad y auto administración.
La historia nos enseña que los dos primeros no tuvieron éxito en sus intentos, mientras que vemos, en la actualidad, en nuestro país, el florecimiento de las cooperativas de ahorro y crédito. Todos podemos deducir el por qué de éste éxito.
�Pero, se cumple, además, con los principios y valores que nos legaron los pioneros?
Por disposición de la Ley 17 que establece el régimen especial de las cooperativas, estamos en el período señalado para que se realicen las asambleas, donde como autoridad máxima, se toman decisiones.
Establece la ley, el número de delegados que por la cantidad de asociados deben asistir a la asamblea. La Junta de Directores nombra un Comité Electoral para los efectos de escoger delegados y aquí es donde los principios y valores toman un rumbo político en donde se demuestra la "habilidad para lograr un fin".
Cooperativas hay que pagan una cierta cantidad de dinero a los primeros que llenen el número necesario de delegados. Se comprueba entonces que, sólo el dinero y los regalos que puedan recibir, los motiva a presentarse como candidatos. En otras, el Comité de Educación, convertido en brazo político de la empresa es la que recomienda quien debe ser o no candidato.
Y es que contraria a toda lógica e interpretación de la ley, en algunos casos los miembros del Comité de Educación se pasan años como tales. Gozan de un presupuesto que va más allá de lo que la ley les asigna para sus actividades.
Estas y muchas otras anomalías, por decirlo de alguna manera, se dan en algunas cooperativas, a las cuales no puede intervenir el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (IPACOOP), porque ellas son autónomas y sus reglamentos los aprueban los asociados.
