"El que cree en mí como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua Viva, Crítica en Línea". Jn 7: 38. En Mateo 16: 13-16 Jesús se muestra interesado en saber quién cree la gente que es �l. Pedro respondió: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente". De estos pasajes se desprende la necesidad de asegurarnos si realmente creemos en Jesús como �l quiere. El deseo de Jesús es que usted crea tal como lo enseña su palabra.
A través de las diferentes épocas históricas, las diversas creencias en Jesucristo han sido diversas: Hay quienes piensan que fue sólo un personaje en la historia, un gran moralista, un hombre, nada más. Otro le consideran un la razón de la esperanza mesiánica judía, el cual fue adoptado en el seno de la iglesia primitiva. Aún en nuestro días el concepto de este personaje son diversos. Sin embargo, para usted en este momento a pesar de esto, la pregunta más importante para cualquier ser humano es �quién es la persona de Jesús? Respóndase a la luz de la Santa Biblia:
La respuesta a esta gran pregunta viene del corazón del mismo Jesús a través de las mismas escrituras, las cuales afirman que �l es el Hijo de Dios (1 Juan: 20. Pero �qué implicaciones tiene ello? Ello nos lleva a concluir que si �l es el Hijo de Dios, por tanto, �l también es Dios. Hemos de recordar la participación esencial de Jesús con Dios Padre al ser éste quien le engendró. Así como nuestros hijos son idénticos a nosotros desde la perspectiva esencial, natural, esto es, en cuanto a nuestra naturaleza humana, de igual moco Jesús es idéntico en naturaleza divina con aquel quien le engendró, siendo por tanto, Dios por ser Hijo de Dios. En Jesús, Dios se revela y sale en busca y al encuentro del hombre perdido (Lucas 19: 10). En su gracia infinita, Dios entregó a su único Hijo, para morir en la cruz del calvario y darnos la salvación por la fe a través de su sacrificio y su resurrección. Dios quiere que usted le crea a través de su Hijo, demostrándolo a través de la obediencia a su evangelio en la inmersión en agua (Marcos 16: 16; Mateo 28: 19; Hechos 2: 38; 19: 30; 1Pedro 3: 21; Colosenses 2: 12). A partir de este momento usted recibe una nueva oportunidad de vida. Es como volver a empezar; pero ahora con Cristo a su lado. Invítelo a pasar a su casa, a su familia, y de su interior correrán ríos de agua viva.
