El presidente colombiano, Alvaro Uribe, partió de la capital estadounidense rumbo a Nueva York con las manos vacías y después de haber recibido críticas de congresistas sobre el historial de derechos humanos de su gobierno.
El mandatario rehusó hacer una evaluación de su visita y dijo que durante su paso por Washington, para señalar que "la constancia vence lo que la dicha no alcanza".
Distintos legisladores demócratas apuntaron que el Congreso estadounidense no debería de ratificar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, hasta que el Gobierno de Uribe no demuestre su intención de reducir el encarcelamiento y la violencia contra activistas sindicales.