Automedicarse es un peligro que puede traer diversos problemas.
Es un error muy frecuente no acudir a un profesional en casos de enfermedades comunes como el constipado.
En las farmacias y cada vez en más supermercados se pueden dispensar medicamentos sin necesidad de receta alguna, los llamados "medicamentos sin receta", cuya lista, pese a la demanda de los farmacéuticos, no se revisa desde 1985.
Como están al alcance de cualquiera es por lo que hay que tener en cuenta sus riesgos.
Por ejemplo, suministrarse antibióticos cuando en realidad no harían falta, hace que nuestro organismo genere cepas bacterianas resistentes a ese antibiótico, lo que disminuye su efectividad.