El cuidado e higiene bucal en ancianos es más delicado que en cualquier otra etapa de la vida y debe llevarse a cabo con regularidad para prevenir enfermedades dolorosas, pérdida de piezas dentales y masticación inadecuada. Por todo ello, debes lavar los dientes por lo menos dos veces al día, empleando cepillo suave y pasta dental con flúor. Es aconsejable el uso de hilo dental al menos una vez al día. Reforzar la higiene con el uso de antiséptico bucal que posea agente antibacteriano y tomar 2 litros de agua (8 vasos) al día, pues la adecuada aportación de este líquido garantiza mejor producción de saliva; el mejor aliado contra el sarro.
Adiós al tabaco, altera la química de la saliva y coloreará nuestra dentadura.
Procure visitar al dentista periódicamente.