Landon Donovan aprendió a hablar español jugando con latinos en Estados Unidos. Su talento es indudable y sus goles tienen a Estados Unidos con medio boleto en el Mundial de Alemania 2006.
Se le considera el niño mimado y el más consistente en aparecer en el fútbol de Estados Unidos, desde que surgió en el seleccionado Sub-17 de su país, que se clasificó al Mundial Infantil de Nueva Zelanda en 1999.
Muy jovencito firmó un contrato a largo plazo con el club alemán del Bayer Leverkusen, pero ya pasó buena parte de ese compromiso cedido a préstamo MLS.
"Me gusta más el sol de California y me siento muy bien preparado y listo, porque ya juego en el Galaxy", declaró Donovan sobre las dos temporadas en las cuales regresó cabizbajo del fútbol alemán, porque no recibió la suficiente oportunidad.
Cuando el Leverkusen requirió de sus servicios por segunda vez, no fue capaz de impresionar en el terreno de juego.
Su clara oposición al estilo de vida alemán lo obligó a regresar de vuelta a casa y a enrolarse este año en el Galaxy de Los Angeles.
Sus mejores épocas como futbolista las disfrutó en el Mundial 2002, cuando fue uno de los mejores jugadores, según los técnicos de la FIFA.
Hoy registra 21 goles en 63 presentaciones con la Mayor.
Donovan, además, ha sido el líder de goleo de Estados Unidos en los últimos dos años, con seis goles y siete asistencias.
Es el único jugador del proceso que estuvo en los 12 partidos de clasificación al Mundial 2006.
"Tenemos que ganar. Quiero a volver a marcar mañana (hoy).. Panamá tiene la obligación de ganar y sabemos eso.. tenemos que cuidarnos mucho y esperamos que los tres puntos sean nuestros", dijo Donovan sobre el juego de esta noche.