El 7 de junio de 1975, el fabricante japonés de tecnología para el hogar Sony, lanzó al mercado el Betamax, el primer grabador y reproductor de vídeo casero, a través de cassettes. El Betamax supuso una revolución en el entretenimiento familiar, ya que por primera vez se permitía al consumidor grabar lo que veía en televisión y reproducirlo cuando quisiera. Además, abrió un nuevo mercado para la industria cinematográfica, que comenzó a lanzar películas en cassette, para ser disfrutadas en las casas.