La comunidad de Villa del Caribe, sector de Los Ángeles, en el corregimiento de Cristóbal, amanecieron ayer, domingo, con una muy mala noticia.
Una persona se dio a la tarea de envenenar a 10 gatos del sector.
La familia Rushing fue la más afectada porque 9 gatos de su casa y que pertenecen a una misma familia de padres y hermanos, amanecieron muertos rodeando la vivienda, y sólo uno de los felinos, llamado "Fulo", al que supuestamente querían exterminar, quedó con vida.
Wayne Rushing Morales, de 50 años, lamentó la acción que- según denunció- la cometió un quien dice que es cristiano, sin embargo, en varias oportunidades le dijo a Wayne que iba a envenenar los gatos.
"Esto irá a las últimas consecuencias legales porque lo denunciaremos en la Personería", dijo el afectado.
La escena era dramática porque habían gatos muertos que botaban el veneno por la boca. Ellos rodeaban la casa de la familia Rushing. Estaban regados desde la entrada de la puerta, por el jardín y por el patio.
El hombre denunció que en una oportunidad el corregidor de Cristóbal, Carlos Jiménez, al que habían acudido, le solicitó a su vecino que para evitar que los pollos estuvieran sueltos les construyera una jaula, a la que hizo caso omiso.
Rushing -quien recogió la evidencia del veneno para mostrar a las autoridades- indicó que ni siquiera acusa a su vecino porque el mismo dijo que los iba a matar y para eso usó un veneno fuerte porque hasta la gata recién parida de la familia Santamaría, que vive enfrente, murió porque al parecer comió del veneno.
ERAN GUARDIANES
La familia Rushing tenía la gran cantidad de gatos porque en el sector hay culebras, y- según informaron- los felinos no le hacían daño a nadie como decía su vecino que los acusaba de matar algunas gallinas.
La familia Domínguez-que también vive al lado de los dueños de los gatos- lamentaron el hecho porque los gatos no le hacían daño a nadie.
El corregidor Carlos Jiménez indicó que conocía de un conflicto por los animales, "pero eso no significa que se haga una crueldad con los animales de esa magnitud, porque el Código Administrativo es claro sobre los animales domésticos y que sancionan a quienes cometan acciones en su contra, con multa de 1 a 20 días de arrestro".
LAS VICTIMAS
Los gatos muertos eran hermanos. Ellos se llamaban Garfield, Chiqui, Chiquitín, Peluchino, Flaco, Flaquesio, Leona (quien tenía 9 años), Lario y Peluche. Sólo quedó con vida el gato Fulo, que se desconoce cómo logró subsistir al exterminio.