El horno es uno de los electrodomésticos que más energía gasta en el hogar. Utilizarlo de forma adecuada te permitirá consumir menos energía a la hora de cocinar y, en consecuencia, te ayudará a reducir el importe de la factura de la luz.
Para lograr este propósito bastará con que sigas los consejos que a continuación te detallamos. Son los siguientes: Cuando estés horneando, pon el horno a la temperatura exacta. El horno no se calentará más rápidamente si se pone a una temperatura más elevada. No enciendas el horno de antemano a menos que lo indique la propia receta.
· No abras el horno si no es necesario. Cada vez que lo haces, la temperatura baja unos 25 grados y se gasta más energía para que vuelva la temperatura al nivel deseado. Apaga el horno cinco minutos antes de concluir para que el calor restante se use para terminar de hornear.
· Usa el calor más bajo posible para preparar los alimentos sobre la placa. Que la sartén sea del mismo tamaño del quemador. Cuando te sea posible, usa el horno microondas o el horno de estufa porque usan menos energía que los hornos convencionales. Usa tapaderas en las ollas y sartenes para que no se pierda calor.
· Al hornear, pon el máximo de cosas para que se horneen a la misma vez. Procura hornear dos o tres platos a la misma vez para ahorrar energía. Utiliza platos de vidrio para hornear cuando sea posible. El vidrio retiene el calor más fácilmente que otros materiales y, por lo tanto, se hornea más rápidamente y podrá bajar la temperatura del horno 25 grados. |