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Muchos estaban empaquetados con la bandera británica y la policía registraba con minucia a cada espectador, despojándolo de objetos inútiles o peligrosos, como los paraguas.  |
Las autoridades japoneses limitaron la distribución de cerveza y desplegaron un impresionante servicio de seguridad en Saitama, periferia de Tokio, con motivo del partido que disputaban ayer Inglaterra y Suecia, en eliminatorias del grupo F del Mundial.
"Hay cerveza y además está caliente, pero, aparte ese inconveniente, todo bien", dijo un aficionado que estaba sentado al sol esperando penetrar en el magnífico estadio de Saitama.
"Aquí estaremos hasta el final del Mundial, porque Inglaterra va a ganarlo", aseveró el fanático, entre miles de ingleses y japoneses que paseaban con tranquilidad en torno al estadio, la mayor parte de ellos con la camiseta blanca del equipo británico, y casi todas con el número 7 de su capitán, David Beckham. |